Ese es el balance de MiPupitre Postobon, un programa con doble propósito: mejorar las condiciones mobiliarias de las instituciones educativas y además, crear una solución medio ambiental frente a los estos envases.
"Postobon quería cerrar el ciclo de los envases que se estaban yendo a los rellenos sanitarios", explica Santiago Cáceres, gerente de Proplanet, la empresa que realiza esta labor. "Hoy en día, Tetra Pak vende 1500 toneladas al mes, de las cuales Proplanet se encarga de transformar 100 toneladas, y Postobon está comprando 40 o 50 toneladas para pupitres".
El trabajo de Proplanet inicia en la planta de producción en el municipio de La Estrella (Antioquia), donde los envases de Tetra Pak pasan por una máquina que separa el aluminio del plástico y del papel. Posteriormente, el papel se vende para fabricar cajas corrugadas, mientras que el aluminio y el plástico se unen mediante un proceso de calor. Con el resultado, se forma una placa que se puede cortar de diferentes formas y así construir el mobiliario para las instituciones educativas.
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